Qué pasó y por qué importa
El bufete escocés Shepherd & Wedderburn (S+W) estrenó marca y logotipo; a las horas, la comunidad legal y de branding detectó que el símbolo se parecía notablemente al monograma “SW” de Serena Williams Jewelry (lanzado en 2019). La noticia saltó de sitios legales a prensa general, abriendo el debate: ¿coincidencia o plagio de logo? El despacho defendió la propuesta y afirmó que es “altamente improbable” una confusión por operar en categorías distintas. El daño reputacional, sin embargo, ya estaba en marcha.
Idea fuerza: en 2025, no hay excusa para lanzar una marca sin escanear el mercado visual. La pregunta correcta no es si hubo intención, sino si existió due-diligence suficiente para minimizar el riesgo de plagio de logo.
Anatomía del caso: dónde se rompió el proceso
Similitud formal. Ambos signos construyen un monograma S+W con geometría y ritmo casi idénticos. En prensa se citó a expertos describiéndolos como “virtualmente indistinguibles”. En comunicación, lo “casi igual” se percibe como “igual”. Eso basta para generar titulares de plagio de logo y erosión de confianza.
Cadena de revisión débil. Según cobertura inicial, la similitud se detectó incluso por miembros del propio ecosistema legal, no por el equipo del proyecto ni por controles previos. Cuando el primer “descubrimiento” lo hace la audiencia, llegaste tarde.
Respuesta reactiva. La declaración oficial insistió en la coincidencia y en la diferencia de categorías (“joyería” vs “servicios legales”). Aunque legalmente relevante, comercialmente no alcanza: la comparación visual domina el frame público.
¿Coincidencia o plagio de logo? El matiz que decide el titular
En propiedad intelectual existen dos planos: intención (difícil de probar) y probabilidad de confusión (más objetiva). Aquí, el foco mediático se desplazó a la similitud perceptiva y al proceso: “¿Cómo no lo vieron?”. Incluso si el caso no termina en disputa legal, el coste reputacional y el tiempo de gestión de crisis sí es real. Para marcas de servicios profesionales, cuya promesa es rigor y criterio, quedar asociadas al “parecido razonable” golpea la credibilidad.
Protocolo anti-riesgo: toolkit mínimo para evitar plagio de logo
1) Escaneo de “visual prior art” (humano + IA).
- Búsqueda inversa (imágenes y vectores) en motores generales y especializados.
- Clustering tipográfico y de monogramas: algoritmos que agrupan por esqueletos, ángulos y proporciones para detectar “primos cercanos”.
- Lista de “marcas centinela” por categoría y por morfología (p. ej., todos los monogramas SW).
- Umbral de similitud: define por adelantado en qué punto pausas el proyecto y rediseñas.
Objetivo: bajar la probabilidad de plagio de logo y documentar la diligencia.
2) Librería de rutas y descartes.
Guarda en un “registro de descarte” variantes que rechazaste por proximidad a marcas existentes. Ese archivo es evidencia de debida diligencia y evita que rutas descartadas regresen.
3) Pruebas de confusión rápida.
Test de 10 segundos con audiencias relevantes: ¿Qué marca dicen ver?, ¿a qué categoría la asocian?, ¿recuerdan otra marca similar? Si el recuerdo espontáneo sugiere otra empresa, estás en zona de riesgo de plagio de logo.
4) Comité de riesgo visual.
Incluye legal + marketing + diseño. El objetivo no es censurar la creatividad, sino filtrar similitudes “tontas” que pueden costar meses de gestión reputacional.
5) Gobernanza de lanzamientos.
Embargo interno, guías de uso y lista de chequeo previa a publicar en web/redes. Sin checklist firmado, el logo no sale.
Framework para CMOs/Founders: de “rebrand” a sistema de prevención
A. Estratégico: define tu “no-go”
- Monogramas iniciales (si tu naming lo sugiere) → alta probabilidad de colisión.
- Morfologías hipergenéricas (círculos concéntricos, escudos, infinitos) → exige diferenciación programática o evita.
- Si eliges una ruta de alto riesgo de semejanza, sube el estándar de auditoría y documentación.
B. Operativo: integra IA al flujo
- Plugins de detección de similitud para Figma/Illustrator.
- Comparadores vectoriales que evalúan curvatura y proporciones.
- Scrapers de bases públicas (marcas registradas, Dribbble/Behance, prensa).
La IA no decide; alerta. El criterio creativo cierra el gap.
C. Legal y comunicación unificadas
- Redacta un FAQ de crisis: “qué pasó, qué medidas se tomaron, qué cambios verán”.
- Si la ruta elegida genera ruido, comunica inicio de revisión y timing. La transparencia mitiga el frame de plagio de logo.
Métricas que importan (más allá del like)
- “Look-alike Index”: porcentaje de testers que asocian tu logo a otra marca en test 10-segundos.
- Riesgo de colisión IP: nº de coincidencias relevantes (clase Niza, territorio clave).
- Tiempo de reacción: horas entre primer señalamiento externo y postura oficial.
- Sentimiento cualitativo en prensa de autoridad vs. social.
- Costo de cambio: reimpresión, web, señalética; úsalo como proxy del “precio” de no auditar a tiempo.
Insight ejecutivo: prevenir plagio de logo cuesta poco comparado con explicar una coincidencia después de publicar.
Lo que funciona / lo que no (del caso real)
Funciona
- Documentar proceso y comunicarlo (aunque sea post-hecho) para reducir especulación.
- Aceptar la óptica pública: si “se ve igual”, actúa aunque la categoría sea distinta.
No funciona
- Defenderse solo con “somos otra industria”. El titular seguirá siendo plagio de logo.
- Minimizar el feedback de tu propia comunidad profesional; suele detectar fallas primero.
¿Necesitas una auditoría express de riesgo visual? Escríbenos: hola@figurattez.com.
Playbook de 72 horas si te señalan “plagio de logo”
0–12 h
- War-room y recopilación de evidencias (búsquedas, rutas descartadas, fechas).
- Respuesta de holding: reconoces la inquietud y confirmas revisión.
12–36 h
- Test de confusión rápido; benchmark de similitudes; opinión legal preliminar.
- Decisión A/B: mantener con ajustes vs. iniciar rediseño acelerado (rutas ya exploradas).
36–72 h
- Comunicado con plan y calendario; actualiza press kit y Q&A.
- Si hay rediseño, muestra boceto direccional para cambiar la conversación: de plagio de logo a “aprendizaje y mejora”.
El caso Shepherd & Wedderburn vs Serena Williams Jewelry no demuestra mala fe; sí evidencia un proceso insuficiente para detectar plagio de logo antes de salir a escena. En 2025, el estándar ya cambió: escaneo sistemático, IA en el flujo y gobernanza. Si tu marca opera en territorios simbólicos (monogramas, iniciales), eleva la barra o asume el coste reputacional.
¡Escríbenos a hola@figurattez.com para una consultoría!